La Posada del Fresno

lunes, 25 de marzo de 2013

I Centenario del descubrimiento de la Cueva de la Pileta


Sobre el I Centenario del descubrimiento de la Cueva de la Pileta

Ángel Martínez García
Montejaque
Revista Hacho

En la primavera del 2005 se ha cumplido el primer Centenario del descubrimiento del Santuario Prehistórico, posiblemente, más importante al sur de la península Ibérica.

La Cueva de la Pileta fue descubierta por José Bullón Lobato en 1905 cuando, entrando por la conocida Sima de la Grajas para recoger murcielaguina, descendió con ayuda de una reata el pozo de la entrada. Ese día y así sucesivamente, comenzó el hallazgo del yacimiento prehistórico de la cueva. Su hijo Tomas, lo sucedería y a este, a su vez, sus hijos.

Son muchos los estudiosos que la visitan. Además del coronel Willoughby Vernet que lo hace en 1909, otros investigadores como Hugo Obermaier, Henri Breuil, Paúl Wernet, Juan Cabré (en 1912) y algunos más a principios del siglo. En 1924, el 25 de abril, fue declarada Monumento Nacional y Tomas Bullón, hijo del descubridor, nombrado Guarda Oficial.
Muchos investigadores han pasado por la Cueva de la Pileta en distintas etapas, tales como José Pérez de Barrada (1934), Gimenez Reina 1942, Enrique Vallespi, Mora Figueroa, Fco. Jordá, etc. a mediados de siglo.
En 1961, muere Tomas Bullón y lega a sus hijos el encargo de proteger y conservar la cueva. Estos crearon una sociedad civil de trabajo con personalidad jurídica propia para la explotación de la cueva y así contribuir con la Hacienda pública. 

Por parte de la Sociedad de Espeleólogos Marbellí (SEM) se topografía la cueva de la Pileta. En 1993 Pepe Bullón, hijo a su vez de Tomás, realiza todavía nuevos descubrimientos. 

En 1997 realizan estudios de investigación, Sanchidrian Torti y Helen Valladas. Posteriormente, miembros del equipo de Eudald Carbonell (Atapuerca, Abric Romaní), realizan trabajos sobre hongos en Pileta y otras cuevas del entorno. 
Las tres generaciones de la familia han contribuido a proteger y conservar el rico patrimonio arqueológico, estando considerada la cueva, por personalidades científicas de todo el mundo, por su un alto grado de conservación y preservación.

En el año 2000, durante las jornadas de trabajo del primer Congreso Andaluz de Espeleología y como Presidente de la Federación Andaluza de Espeleología, propuse por ello a la Junta Directiva y a la Asamblea General de la misma, el nombramiento y la aprobación de Miembro de Honor para la familia Bullón, junto a Emiliano Aguirre Enríquez (Premio Príncipe de Asturias de investigación científica 1997 y codirector de Atapuerca) y a Francisco Gíles Pacheco (arqueólogo prehistoriador y Director del Museo del Puerto de Santa Maria), que en ambas instancias, fue aprobado por unanimidad. 

Recuerdo que aquellos días en compañía del Comité Científico de dicho Congreso, visitamos la cueva acompañado por José Antonio Bullón y demás familiares, entre los que citare a los profesores Adolfo Eraso, Eudald Carbonell, José Maria Calaforra, Alberto Tinaut, Giles Pacheco, Clive Finlaysson, Rodríguez Vidal, José Mª. Gutiérrez, Carlos Ibáñez Ulargui, Fernando Navarrete, Gracia Prieto, el doctor Dulanto Zabala, y otros miembros de la Junta Directiva de la Federación Andaluza de Espeleología, así como el mismo Emiliano y su esposa Carmen, todos amigos de la familia Bullón.

Pero la Pileta no es solo una cueva. Es también uno de los factores de desarrollo más importante, por sus distintos atractivos, con los que cuenta el Valle del Guadiaro y está considerada como un Bien de Interés Cultural (BIC). La creación en Benaoján, o cercana a la misma Cueva, de un Centro de Interpretación sobre la ocupación humana del valle del Guadiaro, ampliaría el contenido didáctico que la misma Cueva posee.

Reconocida la labor de la familia Bullón, en la defensa del ecosistema subterráneo existente y el patrimonio cultural que contiene, deberían todos los interesados en su conservación (familia-administración-científicos), llegar a formulas de consenso para un equilibrado y sistemático desarrollo en sus aspectos científicos, culturales y lúdicos. Máxime cuando todos conocemos la disparatada superexplotación de otras cuevas en Andalucía y fuera de ella, y que gracias a los desvelo de tres generaciones de la familia Bullón, hoy, podemos decir que no es el caso de la Cueva de Pileta.

El pasado 20 de mayo de 2005, en compañía de autoridades de la zona, amigos y espeleólogos, fuimos invitados a los Actos que la familia Bullón organizó con motivo del Primer Centenario del Descubrimiento de la Cueva de la Pileta.

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